LEYENDA

Son los gemelos, los jinetes del tiempo que viajan por la eternidad sobre su conejo-amuleto, no sólo son las patas el pelaje es también de la buena suerte.

Y es que este conejo fue alimentado por su madre con mieles y leche que brotan de la tierra, alimento que da la fuerza para poder cabalgar por la eternidad que trasciende la realidad humana.

La eternidad es un viaja que hace los gemelos Hic y Nunc, sus nombres significan en la antigua lengua del latín, aquí y ahora. Su esencia natural de dioses son el reflejo de un espejo que filtra luz con sabor a poesía clásica.

La leyenda de viajar de instante en instante para continuar la vida y permanecer en ella. Hic, Nunc, aquí y ahora capturan el tiempo, sus patas galopan para sentir el movimiento, para romper la línea del tiempo. Aquí y ahora alguna vez fueron capullos, tuvo que pasar la eternidad para que una cola de León les diera el equilibrio, la fuerza y la determinación para seguir.

Hic y Nunc, los jinetes del tiempo no se detienen, a su paso, el movimiento se registra y queda grabado en un cielo profundo.

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